Caso Padrosa: fraude para la ciudadanía y peligroso precedente

Una versión preparada para maquetación de este artículo fue publicada en el diario El País el 22 de octubre de 2013. A continuación ofrecemos la versión original:

Daniel de Alonso, director de la Oficina Antifrau de Catalunya. (ELISENDA ROSANAS / ACN)

La Oficina Antifrau de Catalunya (OAC) ha terminado su investigación sobre las incompatibilidades del ‘número 2’ de Salut, Josep M. Padrosa Macias. Concluyen que Padrosa incumplió la Ley de Incompatibilidades de Altos Cargos de la Generalitat y la Ley de Ordenación Sanitaria del CatSalut al tener cargos de responsabilidad en seis empresas sanitarias privadas a la vez que ejercía su cargo en el Govern de la Generalitat de Catalunya. Padrosa además cometió una infracción tipificada en la ley al no presentar su declaración de actividades, bienes e intereses al acceder a su cargo. Tardó 21 meses en hacerlo.

La OAC se limita a constatar una situación ilícita, el nombramiento de un cargo en contra de la legislación, pero no inicia las acciones necesarias para que se sancione al Sr. Padrosa, tal y como marca claramente la ley de incompatibilidades en su artículo 18: “Las infracciones graves se sancionan con la destitución inmediata del alto cargo infractor”. El artículo 17 define como infracción grave “el incumplimiento de las normas sobre incompatibilidades de la ley”.

Las leyes de incompatibilidades sirven para impedir que quienes tienen conflictos de intereses puedan ejercer su cargo público porque no se puede asegurar la neutralidad necesaria para servir al interés general. Ha quedado acreditado que Padrosa no las cumplía. Su nombramiento se puede calificar de fraudulento por haberse hecho en unas circunstancias de incumplimiento claro y objetivo de la ley. Es importante matizar que es irrelevante si el alto cargo ha usado su influencia para sacar beneficio propio o para terceros. Eso pertenecería al ámbito de los delitos penales. Un alto cargo, además de ser honrado, debe parecerlo. Y Padrosa ni siquiera lo parece.

Lo que ha hecho la OAC sienta un peligroso precedente. El mensaje que envía a los gobernantes es que no deben preocuparse, que se pueden saltar las leyes sin que haya consecuencias, que las leyes sobre incompatibilidades no les afectan. Si después se descubre algún pastel, con una regañina se salda el tema. ¿Para eso están previstas las sanciones?¿Van a abrir otra investigación ahora que se sabe que Padrosa sigue siendo a día de hoy apoderado de otras 7 empresas sanitarias y que fue consejero de otra más hasta agosto de este año?

Señores de la Oficina Antifrau de Catalunya: las leyes están para cumplirlas (obvio para algunos, quimera metafísica para otros), y si ustedes han visto que el Sr. Padrosa no las ha cumplido, deben exigir su acatamiento. Padrosa debe ser cesado inmediatamente. Ustedes lo saben. ¿Han siquiera recomendado la destitución de Padrosa? Si no se le cesa, ustedes, que han confirmado el acto ilícito, deberían iniciar las actuaciones necesarias, en el terreno judicial si fuera necesario, para que se cumpla la ley. Si Boi Ruiz no le cesa, podría estar incurriendo en un acto de prevaricación administrativa al no cumplir con lo que le obliga la ley. La ley para el Departament de Salut es puro papel mojado. La impunidad, ayudada por la falta de contundencia de organismos de supuesto control democrático como la OAC, campa a sus anchas para el 1% de nuestra sociedad. ¿Así es como esperan que la ciudadanía empiece a confiar en las instituciones?